En ambas operaciones intervino Jorge Mendes, y así como el fichaje del tunecino se aplaudió, el del brasileño suponía pagar casi diez millones de euros por un desconocido central. Salvo y Rufete. Además el equipo perdió al central Otamendi pocos días antes de la eliminatoria de Champions negándose a entrenar y a jugar con el equipo, chándal del parís saint germain forzando así que el club negociara con el Manchester City.